TOMA LA PLUMA
Empiesa el periplo cotidiano
apresta los aperos.
Una resma y los buriles aguzados.
Que ¿que has de buscar?
Lo que te encuentre,
Ellas te encontraran,
sin que las busques.
Navega; Sin la rosa de los vientos,
deslisate entre Ellas sin dañarlas.
¿Acaso que las roces? Las enciendas,
las vistas de lujuria.
O las apagues.
¡Pero Ellas; Siempre son!
Siempre las mismas,
¿El secreto? es lograr
que se acomoden.
Harás entonces con Ellas...
Lo que quieras.
Seras... un Ulises. Navegante.
De proceloso océano.
La palabra.
Eugenio Ortiz
viernes, 10 de abril de 2009
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